En la familia Dumar el oficio de director de orquesta se transmite de padres a hijos: François, el patriarca, está terminando una larga y brillante carrera internacional mientras que Denis, el hijo, acaba de ganar un nuevo premio "Victoria" a la música clásica. Cuando François es convocado para dirigir La Scala, la emoción y alegría lo invaden porque es un sueño profesional, el último quizás, hecho realidad. Feliz, aunque algo envidioso, por su padre, Denis pronto descubrirá que en realidad es a él a quien han nombrado para ir a Milán.